Técnica: resina de poliéster policromada
Año: 2008
Medidas: 60x180x67 cm
Inicio del modelado
Mi hermano, su escultura y yo
Aspecto final del modelado
Jordi cubriendo de silicona a su réplica
Molde
Capa de gelcoat
Montaje de las piezas
Detalle de la cara
Mis tres hermanos
Sobre "¿Y si me ayudas?"
Esta escultura, que es muy especial para mí, la hice en 2008. Por aquella época llevábamos unos años de la invasión y guerra de Irak. En las noticias siempre se hablaba de ello e imágenes de hombres-bomba llenaban los telediarios.
En la lúcida novela de George Orwell "1984" el Estado es quien controla la información que llega al pueblo, filtrando y modificando la historia a su antojo según le convenga. Vemos que hoy en día la etiqueta "terrorista" sirve como un arma que justifica cualquier ataque por parte del gobierno de turno. Pero, ¿quién es realmente el terrorista? ¿Acaso no es aquel que implanta el terror con fines políticos? Estoy más que convencido de que las razones oficiales que nos dieron los gobiernos no fueron, ni por asomo, las que realmente motivaron tal barbarie. Sin embargo, ahora sólo queda especular y esperar que algún día puedan juzgarse estos crímenes contra la humanidad.
Por mi parte, siempre he defendido que lo único que desea el ser humano de a pie es vivir tranquilo y en paz. La guerra no la empiezan los de abajo, son siempre intereses de los poderosos que, además, jamás salen a combatir ni sufren los estragos de la guerra en primera persona. Son las madres, los padres y hermanos de los civiles y militares muertos los que tienen que vivir con ello.
Pero volviendo a la escultura, "¿Y si me ayudas?" es un retrato de mi hermano pequeño Jordi con un chaleco de bombas oculto, ofreciendo el detonador al espectador. Él es una de las personas que más quiero en mi vida y sin pensármelo dos veces daría la mía por la suya, pero este amor protector que siento por él es algo que me pasa a mí y a cualquiera con sus familiares en este planeta (dentro de una normalidad, claro). Entonces me preguntaba ¿qué pasaría si nuestro país fuese invadido por otro mucho más poderoso que el nuestro? ¿Qué sentiríamos al ver que nuestras hermanas, madres y mujeres están siendo violadas y asesinadas, al igual que nuestros hermanos, padres y hombres? ¿Cómo reaccionaríamos si el terror de una guerra sanguinaria, injusta y sin fin fuese nuestro pan de cada día? ¿Y si hubiésemos perdido la esperanza y la única solución fuese inmolarnos para llevarnos algún enemigo con nosotros? ¿Seríamos “terroristas”? En esta escultura, como he dicho antes, mi hermano está ofreciendo el detonador. La doble lectura del título se refiere a ayudarlo a apretar el botón (con lo que el propio espectador también moriría con él) o ayudarlo a construir un mundo sin guerra, donde la empatía reinase sobre la codicia y la crueldad despiadada.